¿Es qué nadie piensa en los niños?
Moe Szyslak, de “Los Simpsons”
Páginas como Facebook o Instagram tienen normas muy estrictas acerca del tipo de contenido que permiten en su servicio, siendo especialmente restrictivos con aquellos vídeos y fotografías que muestren desnudez (total o parcial), ya sea desde un punto artístico, erótico o meramente pornográfico. Especialmente curiosa resulta la animadversión que estas compañías tecnológicas suelen tener hacia los pezones, sobre todo teniendo en cuenta que por estos lares hace ya tiempo que nadie se escandaliza por verlos en contextos de lo más diversos, desde publicidad de un desodorante a anuncios de tratamientos estéticos.
Pero nos guste o no, Internet está dominado por empresas con sede en Estados Unidos, y el resto del mundo acabamos siendo sometidos a sus códigos de conducta. Los primeros episodios de censura se dieron cuando Facebook empezó a retirar fotos de madres amamantando a sus bebés, pero a pesar de las protestas de gran número de usuarios, el veto al pezón ha ido a más, y ni siquiera “celebrities” como Scout Willis (hija de Bruce Willis y Demi Moore), pudieron librarse de esta censura “senil” en Instagram. Algo parecido sucedió con Rihanna y su reportaje en la revista Lui, que también fue censurado en Instagram.
Aunque puede ser discutible el conciliar la libertad de expresión con la protección de la estabilidad emocional de menores, lo cierto es que,demasiado a menudo, estas normas se antojan caprichosas y anacrónicas pues dudo mucho que tales contenidos puedan ser perjudiciales para la infancia. Todo ello ha ido propiciando la aparición de ciertos hashtags que, a modo de protesta, han conseguido una repercusión que difícilmente se ha podido contener. Puedes comprobarlo tú mismo buscando, por ejemplo, el hashtag #freethenipple en Instagram:
Lo más ridículo y difícilmente defendible fue cuando Facebook (que ahora son dueños de Instagram), censuró la foto de Malú Galeote, una modelo que superó un cáncer de mamá. ¿La habrían censurado si tuviera los dos pechos censurados? Patético.
Sin embargo, últimamente una extraña moda proveniente de USA está invadiendo Instagram. Bajo el hashtag #underboob (algo así como “bajo pecho”), multitud de usuarias tratan de dar rienda suelta a su creatividad, expresión artística o simplemente a su narcisa vanidad, publicando fotografías que muestran gran parte de sus senos, generalmente desde abajo, sin incumplir las ya mencionadas anacrónicas normas de estos servicios.
Como muestra, un pezón. Perdón, quise decir un botón:
Por cierto, mención especial merece Twitter. Otros servicios deberían tomarlo como ejemplo, pues hasta ahora ha sabido lidiar mucho mejor con la censura y la protección de los datos de los usuarios.