Puede que el invento para evitar los ataques de tiburones entre los surfistas esté definitivamente en el mercado. Un equipo del Instituto Oceanográfico de la Universidad de Australia Occidental ha creado un dispositivo que emite un fuerte campo electrónico capaz de interferir en el sistema receptivo del tiburón, según anunció The Guardian en su versión australiana, y se puede incorporar fácilmente a la parte posterior de la tabla.
Las expectativas de éxito son más elevadas que las que en su día originaron el neopreno y la tabla de camuflaje para engañar a la vista de los tiburones. Parece más seguro el alterar su mente que su vista, ya que el sentido visual solo entra en acción segundos antes de producirse un ataque, mientras que un impulso electrónico da lugar a que ni tan si quiera se lo plantee.
El experimento se probó con tiburones australianos y de Sudáfrica y los resultados fueron satisfactorios, al no interesarse por cebos que contenían dicho artilugio. Uno de los primeros en adquirir el producto ha sido el surfista Arlen Macpherson y no ha dudado en pagar 390 dólares australianos, es decir, alrededor de 246 euros para una pieza que puede convertirse en un vecino habitual de las quillas y demás elementos de los que se compone una tabla.
Teniendo en cuenta que Macpherson suele surfear en Australia, se puede decir que se trata de una gran inversión. Es una de las zonas del planeta con mejores condiciones para cabalgar olas, pero a la vez una de las más peligrosas por la enorme cantidad de escuálidos merodeando sus costas.
Las autoridades australianas podrían haber encontrado un remedio para repoblar sus playas de amantes de las olas, bañistas y veraneantes. El miedo se ha apoderado de una sociedad más predispuesta a pasar el tiempo de ocio en la montaña que, además de vivir con pasión el mundo de las apuestas deportivas como las que pueden disfrutar en bet365, a practicar otros deportes en el país de los canguros, famosos por el futbol australiano o el cricket.. Las cifras son escalofriantes con hasta 27 ataques en lo que va de 2015, con especial énfasis en la zona de Nueva Gales del Sur. Son números muy superiores a los de 2014 y a los de años anteriores, por lo que la gente se lo piensa dos veces antes de poner un pie en el agua.
Fanning no sufrió ni un rasguño
En realidad, estamos ante un problema global que podría tener los días contados. Sirva como ejemplo las imágenes de la final del Open de J-Bay de Jeffrey (Sudáfrica), en las que el surfista Mick Fanning tuvo una visita inesperada mientras competía por el título frente a Julian Wilson. Milagrosamente, salvó la vida y lo que es más alucinante, salió totalmente ileso del incidente. Desde entonces, ha tenido que recibir ayuda piscología. Además, se ha involucrado económicamente en otros casos, realizando donaciones importantes de dinero. La terapia ha surtido efecto y está desando subirse otra vez a la tabla, aunque tal vez siga los pasos de Macpherson e instale este dispositivo.
Peor suerte que Fanning corrió en su día Bethany Hamilton y cuya historia dio lugar al guion de la película Soul Surfer. La hawaiana perdió un brazo mientras surfeaba con unos amigos, pero aquel episodio no le impidió cumplir su sueño de convertirse en surfista y participar en el circuito profesional.