No cabe duda de que los smartphones se han convertido en herramienta principal de nuestra vida online. Con ellos, además de llamadas telefónicas, podemos realizar tareas tan dispares como comprar productos y servicios, realizar gestiones administrativas, reservas vuelos o habitaciones de hotel, escuchar nuestra música preferida o ver películas y series de TV, etc. Tanto es así que muchos usuarios ven cubiertas todas sus necesidades digitales a través de estos dispositivos, prescindiendo del uso PCs de sobremesa o incluso de portátiles. Sin embargo, hasta hace muy poco tiempo, aunque alguien no utilizase un PC en casa, resultaba difícil confiar únicamente en una conexión móvil. El celo de las compañías de telefonía móvil en no saturar sus líneas y antenas provocaba que su oferta de internet móvil consistiera en paupérrimas cantidades de megabytes mensuales que apenas permitían ver un par de vídeos de youtube antes de cargar al cliente con cantidades desproporcionadas por el consumo adicional o, en otros casos, relegarlo a lentísimas velocidades de conexión, más propias de los primeros tiempos de internet que de cualquier cosa que pudiera llamarse banda ancha.
Han tenido que pasar muchos años, demasiados en realidad, para que las conexiones móviles se equipararan, no solo en velocidad, sino en cuanto a eliminar los limites de consumo mensual, a las conexiones fijas. Afortunadamente esto está cambiando y ya son bastantes las compañías de telefonía móvil que ofrecen al menos una tarifa con datos ilimitados. Por fin, a los clientes de estas tarifas no se les aplica ningún cargo adicional ni se les limita la velocidad de descarga o navegación, con independencia de los datos consuman. Es cierto, no obstante, que con el auge de los servicios de streaming de vídeo (desde Netflix, a Youtube), todavía se suele limitar la calidad máxima de los mismos, pero a mi modo de ver no deja de ser una limitación puntual y, para la mayoría de los usuarios, menor.
Es de suponer que con el tiempo este tipo de tarifas terminen siendo la norma; después de todo, incluso inmersos en esta pandemia, resulta cada vez más rotunda y extendida la necesidad de estar siempre conectados, en cualquier lugar, consumiendo cualquier tipo de contenido online, sin tener que andar preocupados por la cantidad de datos utilizados.
De la oferta existente en España destacaría, por encima de todas, la tarifa ilimitada de Yoigo. Por solo 32 € mensuales (IVA incluído), ofrece llamadas ilimitadas (en realidad hasta 5.000 minutos al mes, de cualquier forma una cifra excelente para cubrir las necesidades de prácticamente cualquier usuario), una conexión a internet con megas ilimitados, sin limitar el tethering (gracias a esta característica es posible compartir la conexión a internet con un PC o cualquier otro dispositivo, convirtiendo el smartphone en un punto de acceso wifi) y sin permanencia alguna, siendo la única limitación práctica que el vídeo se reproduce a una resolución máxima de 480p. Algo que, en realidad, solo debería preocupar a quienes quieran ver contenidos en una TV 4K (y en menor medida FullHD) usando la conexión de su dispositivo móvil.