Derechos, injusticias y paranoias informáticas

Batallar contra la Administración Pública es como aprender a programar en un lenguaje tosco, pesado y lento. Sobretodo lento, insufriblemente lento. Pero a diferencia del mundo de la informática, en el mundo Administrativo, y por extensión en todo el universo legal, no existe un depurador que nos señale instántaneamente los errores cometidos para así tener la oportunidad de corregir el código con la máxima celeridad posible. Por el contrario, cuando caemos victimas de estos errores, aunque pudieran haber sido inducidos por el propio sistema, corremos el riesgo de perder cualquier posibilidad de corregirlos, de depurar nuestro código, pues el tiempo, los plazos, se manifiestan implacables, arbitrários, aliados del laberíntico sinsentido burocrático.

Todo esto viene porqué estos días ando liado con temas legales y como consecuencia de esto el ritmo de actualizaciones se ha visto afectado. No es nada relacionado con la web, es un asunto personal, una pequeña odisea cuyo desenlace no me satisface. Algo que pronto acabaré desvelando en estas páginas intangibles pero con aspiraciones de eternidad.