Uno de los principales problemas con los que puede toparse un consumidor en el momento de comprar un producto, es saber si el mismo cumplirá con sus expectativas de calidad. Saber que con el dinero que está dispuesto a gastar, obtendrá el mejor producto posible, aquel que mejor se adecue a sus necesidades y/o preferencias.
Hasta hace escasos años, si un consumidor deseaba, por ejemplo, comprar una nueva televisión, no tenía demasiados recursos fiables en los que fundamentar su elección. En el mejor de los casos el boca a boca, o incluso la publicidad, servían para fomentar, aunque fuera parcialmente, la elección de un producto. Y he dicho en el mejor de los casos, porque por lo menos así existía un mínimo de razonamiento previo. Porque la realidad era que, a efectos prácticos, en muchas ocasiones era el comercial de la propia tienda quien se encargaba de decidir por el cliente a través de consejos que, desgraciadamente, podían verse viciados por intereses exclusivamente onerosos.
Afortunadamente, hoy en día y gracias a internet, los consumidores disponemos de una herramienta, inédita y muy eficaz, para asistirnos en la compra idónea de cualquier producto. La web no solo es un instrumento para encontrar mejores precios que en las tiendas físicas de nuestra localidad, sino que además los foros, los blogs, las redes sociales u otras páginas especializadas, conforman una red de opiniones capaz de alcanzar el aspecto más oscuro del producto más brillante, cuestiones que el marketing jamás mencionaría.
Por supuesto, eso no significa que se deba que creer a pies juntillas cualquier cosa escrita en internet. Este medio, como en el “Mundo Real”, también está plagado de charlatanes, exagerados, “trolls” o simplemente burdos mentirosos. Es por ello responsabilidad del consumidor, el auto-educarse, y sobretodo utilizar el menos común de los sentidos para discernir el análisis o la opinión que nos haga decidirnos entre un producto en concreto, y desechar todas las demás. Aspectos como una argumentación basada en opiniones razonadas y no arbitrarias, contrastadas y comunes a las de otros usuarios y no aisladas o provenientes de páginas especializadas, con un cierto renombres, pueden servirnos de indicadores para llegar a una elección correcta.
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Por eso se venden 1,7 millones de iPhones4 en 3 días y con un garrafal error de diseño 😉
Internet nos brinda sus maravillosas opiniones, pero también acrecenta como nunca el “hype”.
Sí, ya he mencionado que no hay que creer a pies juntillas todo lo escrito en internet. Hay que saber valorar las opiniones en su justa medida; teniendo en cuenta de donde vienen, de quien vienen y los argumentos que las forman.
Las herramientas están ahí, ahora más que nunca. Pero hay que saber utilizarlas.
Maldita sociedad! Más impuestos, más consumismo, menos sueldos.
El consumo es el nuevo opio del pueblo y nos está matando.
Revolución!!!!!