Pero lo que más me hacía falta, por lo que suspiraba tan desesperadamente, no era saber y comprender, sino vida, decisión, sacudimiento e impulso.
“El lobo estepario”, de Herman Hesse
“El lobo estepario” es una novela escrita por el alemán ganador del premio nobel de literatura Herman Hesse, en 1927. En ella se narra la vida de Harry Haller, un intelectual taciturno que vive en una dicotomía constante entre lo que el considera humano, los logros del intelecto, y aquello que considera propio de lobos, el comportamiento que proviene de los instintos más primitivos. Esta tensión exagerada e ininterrumpida, produce tal tristeza y ansiedad en el protagonista, que se siente ajeno al mundo, ajeno a la propia vida. En definitiva, un suicida auto-reconocido. Sin embargo, cierta predisposición a sentirse mártir, probablemente provocada por su educación clásica y confesional, le impide liberarse del tormento que para él es la vida, por lo menos hasta que haya intentado hacer lo suficiente para soportarla. Por eso, se ha marcado como objetivo mínimo para permitirse lo que para él es el lujo del suicidio, llegar hasta lo cincuenta años.
[amazon box=”1517006031″ template=”list”]Todo cambia, cuando en una de sus crisis más profundas, en la que se siente más alienado de la vida que nunca y está especialmente tentado de rendirse a la ejecución de una cuchilla de afeitar, conoce a Armanda. Armanda parece una joven muchacha de moral alegre, amiga de las fiestas y de una vida aparentemente despreocupada y consagrada a los placeres. Sin embargo, detrás de su banalidad, Harry encontrará el secreto de la vida. Aquello que siempre ha buscado para dotar de un significado a su propia existencia. Y, gracias a las enseñanzas de ella, Harry experimenta un despertar sexual e inicia un viaje psicotrópico de exploración y auto-descubrimiento rompiendo las reglas a las que el mismo se había sometido; liberándose, en definitiva, del yugo en el que se ha convertido su propia vida.
A mi modo de ver, Harry es una víctima de los problemas que él mismo se ha creado. Es una marioneta consciente que ha dejado atarse por unos hilos, los de la sociedad, que controlan su existencia, a menudo tirando hacia direcciones opuestas, haciéndolo sufrir hasta amenazarlo con partirlo irremediablemente. Pero es Harry quien ha escogido esos hilos y será Armanda quien le hará ver que, en realidad, él es el único responsable del rumbo de su existencia. En el libro aparece con frecuencia la expresión “sólo para locos”. Y tal vez sea cierto, pero, ¿quién hay más loco que aquel se niega sumirse en la realidad como el resto de gente que lo rodea?
“El lobo estepario” es, en definitiva, una obra singular. Si lográis superar la aburridísima primera cuarta parte del libro, encontraréis una obra sorprendente, una obra sin igual que a partir de ese punto mejora exponencialmente página a página. Una obra en la que Herman Hesse desgranará algunos de los secretos del carácter humano. Y que tal vez, a partir de entonces, vuestra visión de la vida, se tiña un poco con el color de la lente de Hesse.
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