No es necesario hablar para comunicar sentimientos.
La palabra, un don casi mágico del género humano, se encuentra viciado. Con demasiada frecuencia, se convierte en un guión preestablecido, dictado taxativamente por esa esfera difusa que es la sociedad, la educación, el entorno cultural… por ese elemento fantasmagórico que manejao nuestras cuerdas vocales como a un títere triste y predecible. Es por ello que resulta tan gratificante como sorprendente historias tan frescas como la que ofrece esta película.
Hierro 3 (Bin-jip) es un film coreano atípico escrito y dirigido por Kim Ki-duk. Narra la historia de un joven que habita en casas temporalmente deshabitadas, debido a que sus dueños están temporalmente ausentes, ya sea por vacaciones, viajes de negocios, salidas de fin de semana… etc.
Sin embargo la peculiar pero tranquila vida del protagonista se verá marcada por el encuentro de una mujer maltratada, inmersa en una especie de estado de shock, que habita una de estas casas. Juntos experimentarán un auténtico despertar, una nueva forma de entender la vida, lejos de los convencionalismos sociales, una vida en la que las cosas más comunes, los gestos y las acciones más simples adquieren un nuevo significado.
Totalmente recomendable.
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