Nick Dunne: ¡Maldita loca!
Amy Dunne: ¡Soy la loca con la que te casaste! La única vez que te gustaste a ti mismo fue cuando estabas tratando de ser alguien que a esta loca le pudiese gustar. No soy una cobarde, soy esa loca.
Pérdida: Diálogo entre Amy y Nick.
La última película de David Fincher, adaptación de la novela homónima de Gillian Flynn, viene a demostrar, no solo que es uno de los mejores directores de cine contemporáneos sino que es más importante el cómo se explica una historia que la propia historia en sí. Y es que explicado a grandes rasgos, el argumento de Pérdida (Gone Girl) bien podría pertenecer a alguna de esas soporíferas producciones que suelen emitir en Antena 3 los domingos por la tarde: Nick y Amy son un joven matrimonio aparentemente perfecto, sin embargo la atractiva Amy desaparece en extrañas circunstancias y las pistas que van apareciendo, extrañamente obvias, apuntan hacia un único culpable; su marido.
Pero, y aquí es donde empieza a brillar el trabajo de Fincher, el singular modo en el que son narrados los acontecimientos (durante gran parte de la película Amy siempre habla de una linea argumental pasada y, en cambio, su esposo Nick nos muestra los sucesos presentes) perfilan dos visiones muy subjetivas de los devenires de un único matrimonio. Por otra parte, estas visiones tan subjetivas y a menudo diametralmente opuestas sobre unos mismos hechos balancean la simpatía del espectador hacia uno u otro protagonista de tal forma que, como suele suceder en la vida, rara vez hay blancos y negros, sino una amalgama infinita de matices. Esta baile de puntos de vista, que tan bien domina Fincher, logra hacer que el interés del espectador no haga sino crecer a lo largo de las dos horas y media que dura la película. Y eso, a día de hoy, es un logro al alcance de muy pocos cineastas.
Atención: a partir de aquí, Spoilers
¿Cuál era el verdadero objetivo de Amy?
A priori parece que planea todo para que condenen a su marido a muerte. Ha tejido una siniestra telaraña pero es esencial para cometer este crimen perfecto,que ella muera. Por eso ha planeado suicidarse asegurándose, no obstante, que nunca encuentren su cadáver. ¿Por qué una mujer tan maquiavélica que siempre se sale con la suya se rinde de esta forma? Porque ha fracasado. A su manera quiere a Nick, pero no al verdadero Nick (un tipo bastante corriente), sino a la persona en la que se llegó a convertir gracias a ella, al hombre de quien se enamoró. Pero nadie puede ser durante demasiado tiempo quien no es y la verdadera personalidad de Nick termina por aflorar y hacerse evidente. Y este es el mayor fracaso de Amy: Estar atada a alguien que considera ordinario y mediocre… Alguien que ya no puede cambiar. ¿O sí? Si algo es Amy, es inteligente. ¿Y si todo fuera una retorcida prueba de fuego para comprobar si puede recuperar al hombre del que se enamoró? ¿Se acaba saliendo entonces con la suya?
Por cierto, a modo de colofón, mención especial para la idónea banda sonora creada por Trent reznor y Atticus Ross:
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