“El coche de Intisar” es una novela gráfica escrita por Pedro Riera, dibujada por Nacho Casanova y publicada por Glénat galardonado con el premio France Info 2013 al mejor cómic de actualidad y reportaje. Narra las visicitudes de una mujer Yemení en la actualidad. Se trata de un cómic de ficción, pero es fruto de las entrevistas que realizó Pedro Riera a varias mujeres Yemenís durante su estancia en el país.
El propio autor decidió no retratar la vida de ninguna mujer concreta sino, para seguridad de las entrevistadas, mostrar una amalgama de todas ellas a través de una protagonista ficticia que encarne las preocupaciones y los problemas, pero también las ideas y los sueños de gran parte de la población femenina de Yemen, especialmente las más jóvenes.
Al margen del propio argumento de la obra (que es más bien una crónica), me gustaría destacar algunos hechos que me han sorprendido sobremanera acerca de la vida en Yemén en general, y la denigrante situación de la mujer en particular:
- En contra de la creencia popular, el islam no requiere del Niqab (el velo que cubre todo el rostro dejando tan solo una apertura para los ojos) para las mujeres. El Niqab es fruto de la tradición de Arabia Saudi y de su influencia sobre Yemen.
- Paradójicamente, aunque tampoco la ley exige el uso del Niqab, la inmensa mayoría de las mujeres del Yemen lo visten, pues así se sienten más libres, ya que el resto personas no puede reconocerlas. Además, la presión social y las agresiones hacia aquellas mujeres que se niegan a llevarlo acaba siendo insoportable y acaban cediendo a tan retrógrada práctica.
- La mujer Yemení depende de una figura masculina para realizar cualquier tarea con relevancia jurídica. Tienen un estatus similar al de una persona incapaz o un menor de edad puesto que no tienen personalidad jurídica plena.
- Una mujer que fuma en público, es tratada de prostituta y se arriesga a sufrir agresiones.
- Aunque legalmente se exige que la mujer otorgue su consentimiento para contraer matrimonio, en la práctica son habituales los matrimonios concertados entre familias donde los futuros cónyugues ni siquiera se conocen hasta que se casan.
- Los médicos deben dejar constancia de que han hecho todo lo posible para salvar la vida de personalidades importantes dentro de la sociedad yemení (como los “sheiks”). Esto lleva a una reducción al absurdo de tal nivel, que a menudo los cirujanos deben operar a pacientes clínicamente muertos solo para evitar represalias de su familia, y es que se han dado casos de atentados contra médicos culpados injustamente de la muerte de sus pacientes.
- La sociedad Yemení es adicta al Qat, una sustancia vegetal con efectos similares a las anfetaminas. Es una sustancia legal, cuyo uso está totalmente extendido, habiéndose convertido en una especie de rito social (como, por ejemplo, puede ser “la hora del té” en inglaterra). No obstante su adicción sumerge a las personas en una potente sensación de euforia a la que le sigue un periodo de adormecimiento posterior. Además está provocando que algunas familias prioricen su compra al de otros productos de primera necesidad y que el cultivo de esta planta ocupe gran parte de las tierras fértiles del país.
En cuánto a la novela gráfica en sí, se trata de un reflejo realista (llegando casi al género documental) de la vida de una mujer en una sociedad opresora y anacrónicamente contemporánea. El dibujo es más bien sencillo. A título personal echo de menos un estilo más elaborado, pero aún así tiene personalidad propia y sirve perfectamente al propósito de transmitir complejo de una forma sencilla y asequible. Totalmente recomendado.
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