Atrás quedaron los tiempos de Google como empresa que casi no era empresa, sino un ente geek, paladín del “buen rollísmo” tecnológico con su slogan “Don’t be evil“. Hoy en día es una poderosa corporación que aglutina una cantidad ingente (y preocupante) de datos de aquellos usuarios que utilizan sus casi omnipresentes servicios. Sin embargo, todavía impulsa un puñado de proyectos sin ánimo de lucro (o por lo menos sin ninguno demasiado evidente) como su Google Cultural Institute, una fabulosa iniciativa para llevar y preservar la el arte en la red. Una especie de “museo global“, donde disfrutar online del arte con todo el esplendor que permite una pantalla.
Nada mejor que un propio vídeo de Google para explicarlo:
En realidad se trata de tres iniciativas aglutinadas en este magnífico proyecto:
- Art Project: Compuesta principalmente por más de 40.000 obras de arte de museos de más de 40 países. Todas las pinturas han sido fotografiadas a una gran resolución, con algunas, incluso, llegando al “Gigapixel” por lo que es posible hazer zoom y admirar cada con tal detalle que en ocasiones, en el caso de las pinturas, es posible incluso discernir los trazos del artista.
Destaca también la sección dedicado al arte urbano (Street Art) donde tienen cabida obras de arte menos convencionales, como el polémico arte del grafiti. - Maravillas del mundo: Esta sección no se ciñe exclusivamente a las siete maravillas del mundo clásico, sino que gracias a la tecnología de Google Street View (cuya navegación es idéntica) es posible disfrutar de emplazamientos únicos como las ruinas de Pompeya, los monolitos de Sonehenge o la Gran Barrera de Coral.
- Momentos históricos: ¿Qué fue la Dolce Vita? ¿Qué importancia tuvo la figura de Nelson Mandela en el Apartheid? A través de lineas temporales llenas de fotografías, textos y vídeos Google intenta poner en contexto a personajes y momentos históricos relevantes a nivel social o cultural.
Cómo única crítica, mencionar la imposibilidad de insertar una obra de arte en una página web externa (al estilo de los mapas de Google Maps). Imagino que más que una limitación técnica será asunto de Propiedad Intelectual, pero si alguien tiene músculo para lograrlo, ese es Google. De esta forma, por ejemplo páginas dedicadas al mundo del arte, podrían incluir información exhaustiva sobre las obras.
De cualquier modo, iniciativas como esta son dignas de aplaudir y son un magnífico ejemplo de todo lo que puede hacer la tecnología para preservar y difundir la cultura, de cualquier época y lugar.
Como colofón, recomendaros una extensión para Google Chrome que añade una imagen aleatoria de alguna obra artística de Google Cultural Institute cada vez que abráis una nueva pestaña del navegador.