A menos de 24 horas para la esperada conferencia de Apple, dónde supuestamente se presentará el iPad (o iSlate, o iTablet…), me gustaría hacer una reflexión sobre el enorme éxito de los productos de Apple, tomando como paradigma de éste el abrumador triunfo de su producto estrella, el iPhone.
Ilustración de Steve Jobs, CEO y «alma mater» de Apple.
Por Dylan Roscover.
Al igual que muchos productos de la compañía de Cupertino, el iPhone se presentó como una revolución. Un producto cuyas características únicas traerian consigo nuevos conceptos, ni si quiera imaginados, de comunicación móvil. A decir verdad, tal revolución, no existió. De buenas a primeras, el dispositivo no aportó ninguna característica que no se encontrara ya en otros terminales. Sin embargo, gracias a una simbiosis magistral entre hardware y, sobre todo, software, Apple logró perfeccionar hasta tal punto la mayoría de prestaciones de los llamados «smartphones» de la época, que acabó reinventando la rueda. Una rueda hasta entonces vieja, tosca y poligonal, sustituida por un modelo suave, de curva ligera y perfecta, que simplemente, rodaba como nunca. Desde entonces, desplazarse por los menús y las pantallas de un teléfono, jamás fue tan ágil e intuitivo. Navegar por internet en una pantalla de tres pulgadas, dejó de ser aquella experiencia insufrible, aquel último y tedioso recurso para recabar una información inalcanzable de otro modo. Pero fue gracias a la aparición de un mercado de aplicaciones vasto y super accesible, de un ecosistema de apliaciones que cubrió prácticamente cualquier necesidad, propiciando además que, por un lado, los teléfonos empezaran a rivalizar con las consolas portátiles y por otro, que la llamada «conectividad total», se hiciera realidad. Poder utilizar el correo electrónico (de forma útil) en cualquier parte, estar (a efectos prácticos) permanentemente conectado a nuestro servicio de mensajería instantánea o recibir prácticamente en tiempo real las actualizaciones de nuestra red social favorita dejaron de ser algo impropio de dispositivos de bolsillo.
No obstante, si mañana Apple anuncia un «tablet», cosa que parece cantada, se enfrenta a un reto muy importante: convencer a los usuarios que existe un hueco funcional que desconocían y que además, no es capaz de ser suplido por ningún ordenador hasta la fecha (ya sea de sobremesa o portátil), ni si quiera por su versatil teléfono móvil. Sinceramente, me parece una gesta difícil. Quizás, el golpe de efecto definitivo, esté en los videojuegos. Además de ser un terreno no explotado directamente por Apple (pese al éxito que tienen los juegos en la Apple Store), Nintendo ya demostró que es un campo dónde queda mucho por hacer y mucho por explotar.
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Pues sí. El bueno de Jobs siempre sorprende, pero no puedo evitar ser un poco escéptico en cuanto al iTablet. Ojalá no sea tan solo un capricho caro y poco útil. Yo por mi parte, le concedo el beneficio de la duda.
Buena reflexión. Esperemos a mañana a ver qué conejo se saca de la manga el señor trabajos.
Habrá que ver si el dispositivo al que apunta @eyeclipse puede desplazar lo que ya ofrecen los portátiles, ultra-portátiles o incluso los "smartphones". Y si el precio (cuestión vital a día de hoy) está en sintonía con las prestaciones del producto y las posibilidades económicas del nicho de mercado al que vaya dirigido.
Lo dicho, por el poco tiempo que falta para salir de dudas, no merece la pena especular.
😉
El 90% de la gente que tiene un ordenador en casa lo tiene para consumir internet, y lo hacen en un dispositivo aparatoso, con poca movilidad y que hace mil veces más cosas que las que necesitan, ah! y de la misma manera que hace 20 años.
Ahí tienes tu océano azul 😉
Asus, Acer y demás fabricantes de clónicos o aparatejos varios ya hace años que lidian con "TabletPCs" con interficies propias… pero que pasa, caros y no ofrecen nada del otro mundo… igual que el netbooks que a mi parecer por lo que ofrecen… siguen siendo caros…
Otro asunto, será el know-how del señor Jobs para colar otro dispositivo a todos los integristas de la manzanita como otra herramienta ultra-necesaria en su vida… Si eres diseñador gráfico y no tienes el sobremesa, el portatil, el iFone y la iChocolatina (upsss iTableta) no eres un maquero de bien… 😀 Todo aderezado con un sobreprecio de la hostia 🙂
Y no digo que Apple y sus equipos sean malos! Todo lo contrario! El diseño de los interficies de todo lo Apple es impecable, y no hablo de bonito, sino de usabilidad y de sensación de reacción y respuesta… Todo esto si algún día Apple baja precios, puede que fuerce a que la competencia se acabe de poner las pilas… pero de momento cada uno tiene su nicho de mercado y no les preocupa demasiado la competencia que puede parecer que se hacen mutuamente.